miércoles, 22 de julio de 2009

“No te dejes caer”

Escondida en aquel lugar que llamamos oscuridad, anhelando aquel abrazo tan necesitado. Callada, en el silencio de un lugar vacío, queriendo gritar, queriendo llorar, queriendo ser sostenida por alguien que no la deje caer.
En aquel rincón, de ese salón de persianas cerradas y piso de madera, una simple mujer, temblando, soportando lo mismo por años. Sólo queriendo huir, de ese lugar que a cada segundo se hace más diminuto. Y sentada en el piso, se abraza las piernas, mientras con la cabeza gacha y clavando las uñas en la piel de sus brazos, se tambalea y se dice “no te dejes caer”.

Pero una y otra vez. Cada segundo, un poco más. Un poco más de lo mismo.

martes, 14 de julio de 2009

Un poco de locura

¿Hasta qué punto es capaz de llegar la locura, o desde qué punto se puede definir que una persona o un pensamiento no es cuerdo? ¿No son, acaso, muchas de aquellas colifacias más puras que la propia “verdad”? ¿Ante quiénes una cosa es o deja de ser verdadera? Es posible que la sea una tan común y obvia: la sociedad. Pero cuánto se le puede creer a una comunidad basada en el continuo manejo por los pocos pero más poderosos, quienes lograron conquistar el mundo a la afán de verdades ocultas y grandes teatralidades, máscaras de la realidad. ¿Cómo creer, entonces, en una sociedad llena de gente que en la última dictadura militar sólo se detenían a decir “algo habrán hecho”?


Hay colifatos capaces de explicar con más exactitud las cosas paganas que la gente “cuerda” sólo piensa cuando “se pone a filosofar”. Pero cuánto se disfruta la vida si no es uno capaz de reflexionar sobre lo que aparenta ser simple ¿Es acaso, que lo llaman simple como excusa para ocultar lo difícil de aquel asunto? Entonces de qué verdades y absurdos se habla, de qué sanos o locos si son estos últimos quienes se detienen a disfrutar, de manera singular incomparable en que pasan los segundos, mientras una hoja cae del árbol más viejos.


La verdad y la mentira, determinadas por una sociedad caracterizada por ocultar lo real, son solo palabras al viento, subjetivas y relativas. Quizás sean aquellos delirios, comúnmente llamados locuras, las respuestas a muchas de las preguntas. Entonces ¿qué tan malo es querer, consciente o no tanto, hacer de la locura parte de nuestras vidas?

lunes, 6 de julio de 2009

Viaje a un futuro real

Hoy nos encontramos en un punto, lleno de incertidumbres, dudas, sueños y miedos. Hoy es el momento de decidir, de empezar a caminar, saltar o danzar, como así lo desee. Pero da igual, la opción elegida, da, en principio, lo mismo cuál sea, mientras no te detengas a mirar los agujeros llenos de trampas, engaños y dolores concluyentes que la vida, personaje vil y cruel que juega con nosotros, cuasi, a su merced, puso allí para nuestro fracaso. Pero no hay que dejarse vencer, y mucho menos, convencer. Primero debemos ser conscientes de nuestra posición, de lo recorrido y, luego, de hacia dónde queremos seguir viajando.

Cuando vemos el pasado y advertimos todo lo que se ha cambiado. Disfrutamos de aquellos recuerdos y siempre sufriremos los dolores. Pero es hora de partir y con una sonrisa, claramente melancólica, despedirse. Aquel mundo ya terminó, la niñez y la adolescencia llegaron a su fin. Pero no es un olvido, sino el cierre de una puerta que siempre estará dispuesta a ser abierta a los recuerdos más felices y a las enseñanzas más sabias. Pero ahora es momento de, con un hondo respiro, mirar el incierto futuro que vamos a construir y de cerrar aquella tan pesada puerta. Con miedo pero con ternura, con vacilación pero felicidad, iremos caminando, dejando un cuento construido por otros, para comenzar nuestra propia historia, en la que sólo uno podrá escribir.
Adiós a dolores ajenos, hasta siempre momentos inigualables de un camino rugoso.

Y ahora, ¿dónde estás? ¿Cuál es tu suelo y con qué consigues la estabilidad para no caer? Acaso, ¿has logrado dejar de tropezarte? Antes que los proyectos, consigue una base donde forjarlos. Como un castillo, debes lograr un terreno liso para luego, colocar las piedras del suelo y las paredes de las torres. Es recién en ese momento cuando podrás, con sonrisas alegras y brillantes, crear los deseos más profundos, las fantasías más anheladas, un futuro real.

miércoles, 1 de julio de 2009

Carta de una ahijada a su madrina

Hola Madrina:


En estos 19 años que tengo, me han pasado diferentes cosas demasiado fuertes pero que por más duras que fueron, de todas algo traté y sigo tratando de aprender. En este momento, ocurre una sumatoria de cosas de entre antiguos dolores hasta actuales incertidumbres, pasando por preguntas existenciales. Situaciones dolorosas, ocultas, innombrables hasta ahora, llantos en silencio, gritos no escuchados, cariño no recibido, golpes sufridos, constantes desilusiones, quién soy, quién quiero ser, cómo lograrlo, vale la pena seguir?, hasta cuándo sufrir, cómo seguir, qué quiero lograr, qué dirección tomar ante tan complicado comino que varía cada día de forma inesperada, lleno de dolor, todos los días un poco más.

Hay cosas que no son fáciles y que afectan a muchas personas. Hay cosas que me hicieron y que debo resolver, y tengo miedo, que si no tomo cautela ante tan frágil situación, de lastimarme y/o lastimar a otros. Si algo aprendí de toda mi vida, es que no quiero lastimar a nadie, ni molestar a nadie. Se lo que implica el dolor.


Se que soy un junco que algún día será un árbol imposible de quebrar. Se también, que para llegar a ese árbol debo pasar por constantes tormentas, y en eso estoy, en medio de una tormenta, más bien, un huracán, pero nada que no se pueda superar. "Después de la tormenta siempre llega la calma" dicen muchos. No sería posible que tantos se equivocaran. Confío en ellos y en el lado de mi que evita que haga lo que algunos días más deseo, que es quedarme tirada sin hacer nada, para mandarme a continuar con una vida, que aunque no sepa hacia dónde va, sigue yendo.


Quizás sea medio confuso, quizás hoy no lo comprendas. Ojala algún día, todo esto, sea una simple anécdota de un gran aprendizaje de una persona que logró aquello que tanto deseaba.


En el momento adecuado, trataré de dar una explicación, si es que mi camino así me lo pide.


Gracias por la preocupación. A pesar de la distancia, es cálido sentir tu presencia, que acá nunca se olvida pero si se extraña. Es bueno saber que aquella tan verdadera reflexión derivó en mí, es bueno saber que crees que no me voy a quebrar.


Espero no defraudarte.



Michelle