lunes, 21 de mayo de 2018

¿Dónde?


A dónde estás?
A dónde estoy?
Quiero encontrarte, para nunca más soltarte.
Te busco afuera pero se muy bien que allí nunca te encontraré.
Te busco adentro y sólo veo oscuridad.
Y dolor
Y tristeza.
A dónde buscar?
Si no hay energía suficiente para hacerlo.
A dónde ir, si en cada espacio sólo lo encuentro a él, el miedo de una vida eterna en soledad.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El infierno como maqueta

Qué increíble cómo se transforman las situaciones, cómo ayer era silencio y hoy, un canto, lamentablemente, real. Para mí, un infierno terrenal. Si bien hoy respiro un aire constante, es imposible negar que por allí detrás está Satanás. Sé que allí se encuentra, sonriente y feliz mirándome, fijo y de frente. Sin embargo, aunque uno es consciente de su mugrosa existencia, agradezco al tiempo y a la fuerza. Incondicionales guerreros que hoy me permiten caminar, casi, junto a la Libertad.

Y supongo que de esto se trata. Si no has de convertirte en un demonio como él, entonces has de vivir conociendo la realidad: la mentira, el silencio, la soledad, la ceguera y, por sobre todo, la impunidad. Pero ya hoy logras avanzar, ya hoy no caes en sus trampas de terror y dolor. Hoy eliges ser tú misma quien coloque en tu danza la ferocidad y quien luego decidida cómo superarlo. Hoy ya es tu elección. Hoy, el demonio se hizo mito, su hoguera, una hipocresía ya conocida por ti ¿Qué más habrá de afectarte, entonces, si el infierno se hizo maqueta?

jueves, 19 de agosto de 2010

-

Y hoy, inmersa en el silencio
del vació sin aire
hermético
en el que los sonidos mueren antes de nacer.

El latir,
un corazon disecado
sin sentir,
apenas respirar.

lunes, 16 de agosto de 2010

Hoy

Hoy muero desangrado por heridas de existencia dudosa
camino insomne en la noche oscura de tristezas
soy escéptica de aquellos cuentos que finalmente resultan mentira
elijo escapar al dolor aunque
No creo en mitos paganos
ni en palabras que puedan parecer sensatas.
yo, hoy, elijo correr.

La ladera norte de mi cuerpo, una copa de vino en mano y ojos cerrados, bailaría frente a ti a la luz de esta luna menguante, hasta te miraría y querría hacerte el amor.
Hacia el sur, olvida los deseos y se sienta a leer, tratando de olvidar, de ignorar, con su tasa de café.

Y miro escondida, a hurtadillas, y con miedo, esto que aquí dentro tengo
corro, camino o callo?
Son mis miedos que no me dejan reaccionar.

martes, 3 de agosto de 2010

Be

Un todo, tan grande como tan abstracto, tan lúcido como confuso.
Un camino sin dirección, de un sujeto tácito. De quien fue, de quien pretende ser. De quien no es. Delirios superficiales, disyuntivas entre lo sencillo y lo uniforme.

Ver, o mirar. Oler, oír, degustar, sentir...
Simplemente ser...

lunes, 7 de junio de 2010

Un vacío y un silencio

Ahogarme en un vaso de vino, donde el alcohol todo lo hace girar y nada se entiende. Ser muchos y no ser nadie en un mundo dicotómico de pensamientos antagónicos. No saber dónde correr. Encerrada entre asfalto e impedimentos abstractos, creados por mi cabeza que no deja de pensar, que no se puede ordenar. Y aunque el sol de la mañana sea perfecto y enceguecedor, no dejo de caer en ese agujero sin fin de dolor. El agua comienza a entrar en mi cuerpo, por la boca, por la nariz. Y poco a poco el aire se va, se disuelve en el mar,.Y en un silencio eterno… Sólo el latir del corazón como eco entre los pocos centímetros del orificio en el suelo. Una luz se refleja por algún lado, o son mis ojos que se acostumbraron a esa oscuridad donde no hay dirección ni punto cardinal. El silencio eterno, y el movimiento del cuerpo que por segundos se agita desesperado buscando una gota de aire, por un segmento de vitalidad. Y un vacío y un silencio. Poco a poco te cansas. ¿O es el oxigeno que me falta? Una opresión en el pecho, en la garganta ya llena de agua. Mis ojos, cansados de mirar la nada caen por su propio peso. Despacio, todo sonido se apaga. El dolor y el vació se diluyen descendentemente y ligeros. Y un dulce silencio, el sueño eterno.

domingo, 6 de junio de 2010

La ruta que sus manos crean al deslizar

Algo se enciende, es la pasión y el fuego, los labios sobre su cuello. El calor y las llamas que desde las profundidades se hacen valer. Sube, escala cada segmento de su piel. Lo huele. El perfume viaja desde su boca hasta cada extremo de su cuerpo. Se mezcla en su lengua, sigue su camino por la garganta, eriza sus pechos y un delicioso sollozo se hace valer. Llega a sus minúsculos alvéolos, donde el aroma volatil del amor no se detiene y escurridizo sigue su camino. Baja y calienta, hasta el más ínfimo rincón. Se fusiona con la sangre, y una exhalación, que poco relaja y mucho alimenta el dulce placer. Una misma respiración, un mismo aire entre los dos amantes. Que se condensa y como llovizna, gotas sobre su estómago se dejan caer. Resbalan, descienden y se esconden entre los secretos mejores ocultos. El sabor. Los labios siguen el camino incierto de la pasión y la excitación. Los sentidos se confunden y se agudizan. Los ojos, cerrados, se dejan llevar por la ruta que sus manos crean al deslizar, sin dirección, por la intrigante escultura de la piel en calor. Un fuerte golpe en el pecho. Un silencio perpetuo en el mismo instante en el que tiempo detiene su andar. Todo se hace uno, no hay principio, no hay final. La misma pura eternidad, en un respiro inconcluso, en un gemido profundo.